ACTIVIDAD 2: LETREROS EN LA PARED

UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO SOCIALES Y EDUCACIÓN


DATOS INFORMATIVOS:


TEMA:


“LETREROS EN LA PARED”


ASIGNATURA:


Ética Periodística


ESCUELA PROFESIONAL:


Ciencias de la Comunicación


CICLO ACADÉMICO:


2025 - II


DOCENTE:


Jara Llanos Jerry Omar


ALUMNA: 

Damián Cabrejos Mariajosé Abigail 

Valera García Adriana Estrella Karumy



FICHA TÉCNICA:


Participantes:

Damián Piscoya William Baltazar (Padre de Mariajosé Damián)

Damián Cabrejos Jesús Fabian (Hermano de Mariajosé Damián)

Damián Cabrejos William Bryan (Hermano de Mariajosé Damián)

García Montenegro Maribel Roxana (Madre de Adriana Valera)

Huaman Sanchéz Ana Maria (Tia de Adriana Valera)

Lozada Huaman Omar Eli (Primo de Adriana Valera)


Lugar de la actividad:

Hogar de Adriana Valera - Lambayeque


Hora de Inicio: 11:15

Hora de Término: 12:30




ACTIVIDAD LETREROS EN LA PARED

LETRERO N° 1:


Despues del analisis del video, hemos podido crea la frase “El cambio nace cuando tenemos el valor de reconocer lo que nos limita, y el esfuerzo se convierte en el camino que nos lleva a superarlo” está conforma una realidad sobre el crecimiento humano, el cambio no se produce de manera espontánea, sino que existe un proceso de introspección para lograrlo, tener la capacidad de identificar nuestros miedos y limitaciones, nos permitirá avanzar hacia el cambio a pesar de ellos. Desde la visualización de la obra “¿Quién se ha llevado mi queso?” de Spencer Johnson, se plasma esta idea y la manera en la que las personas enfrentan el cambio en la vida, en el trabajo y en el ámbito social.

El video nos narra la historia de cuatro personajes que viven en un laberinto en busca de queso, una representación de lo que cada persona desea en la vida. Cuando el queso desaparece, cada uno de ellos reacciona de manera diferente, mostrando las diversas actitudes humanas frente al cambio. Los ratoncitos, al notar que el queso ha desaparecido, no se detienen a lamentarse; simplemente aceptan la situación, se adaptan rápidamente y salen a buscar nuevo queso. Por el contrario, los hombrecitos quedan paralizados, dominados por sus miedos y no actúan de manera rápida ante la pérdida del queso. A través de estos personajes, hemos podido reflexionar sobre cómo nuestros temores, rutinas y creencias pueden convertirse en los mayores obstáculos para lograr un cambio en nuestras vidas.

En la vida, muchas veces nos aferramos a lo conocido, incluso cuando esto ya no nos satisface por completo, porque el miedo a fracasar es más fuerte que el deseo de progresar. Hem representa a esa parte de nosotros que se resiste al cambio, que prefiere quedarse en la zona de confort, a pesar de que tal vez existen otras oportunidades. La negación a la realidad nos mantiene atrapados en la espera de que el éxito regrese, lo cual a su vez simboliza la incapacidad que tenemos de aceptar la pérdida y la necesidad de cambiar para mejor.

Reconocer nuestras limitaciones implica afrontar esos miedos, aceptar que existen y entender que sólo enfrentándolos podremos progresar. En el caso de Haw, este reconocimiento llega progresivamente, a pesar de que al principio comparte la misma inseguridad que Hem, se da cuenta de que quedarse esperando no resolverá nada. Ese momento de reflexión marca el inicio de su cambio tanto interior como exterior. Y cuando finalmente decide salir al laberinto, aunque con temor, comienza a experimentar la libertad que otorga el atreverse a actuar.

Aquí es donde se une la segunda parte de la frase: “el esfuerzo se convierte en el camino que nos lleva a superarlo.” El cambio no se concretará sólo con reconocer nuestros temores; sino que requiere también de esfuerzo, perseverancia y acción. Cada paso que se da, ya sea grande o pequeño simboliza el esfuerzo constante que exige adaptarse a nuevas circunstancias, aprender de los errores y confiar en las propias capacidades.

También podemos mencionar el miedo al fracaso, que es un tema fundamental abordado en la obra y en la vida misma. Muchas veces, el temor a equivocarnos nos impide aprovechar oportunidades que podrían transformarnos. sin embargo ese miedo solo debería transformarse en el impulso que nos obliga a seguir. Los miedos no se pueden eliminar, pero sí pueden enfrentarse y uno debe decidir actuar a pesar de ellos.

Otra lección fundamental del video es la importancia de soltar el pasado para abrirnos al presente. A menudo, las personas se aferran a ideas o situaciones que ya no les sirven, porque les resulta sumamente doloroso aceptar que las cosas han cambiado. Sin embargo, ese apego al pasado es lo que más nos limita del cambio, por lo cual aprender a soltar es reconocer que el cambio forma parte natural de la vida y por más que queramos no podemos resistirnos a él.

El reconocimiento de aquello que nos aferra al pasado se convierte así en el primer paso hacia la transformación. Sólo cuando tomamos conciencia de lo que nos retiene, es cuando podemos empezar a liberarnos. Este es un proceso que requiere de valentía, porque implica aceptar verdades dolorosas y renunciar a supuestas seguridades. Pero una vez que lo hacemos, podemos empezar a forjar nuestro camino y aperturar nuestra mente a nuevas oportunidades.

En este sentido, la obra sobre “¿Quién se ha llevado mi queso?” También destaca la importancia de la flexibilidad y la capacidad de adaptación ante el cambio. En un mundo donde la sociedad se encuentra en constante movimiento las personas que perseveran son aquellas que aceptan que nada es permanente y están dispuestas a cambiar con el entorno. Esto puede abrir puertas a experiencias y aprendizajes nuevos que de no habernos adaptado no habríamos vivido. 

En conclusión, el diálogo compartido a partir del video resultó en la frase inicial, donde el cambio real comienza cuando tenemos el valor de reconocer aquello que nos limita y que el esfuerzo se convierte en un medio para superarlo. El cambio, lejos de ser una amenaza o algo negativo, es una oportunidad para seguir desarrollándose como personas y aprovechar los retos con una actitud flexible y valiente. 

LETRERO N° 2:

El mensaje “El cambio te invita a soltar lo que ya no está y a descubrir nuevos caminos” encierra una enseñanza profunda sobre la actitud humana frente a las transformaciones inevitables de la vida. Tal como se muestra en el video “¿Quién se ha llevado mi queso?” según el diálogo sostenido con la comunidad el cambio no solo es parte de la existencia, sino que es la oportunidad que tenemos para reinventarnos, adaptarnos y evolucionar. El queso, como metáfora de aquello que valoramos nuestros logros, relaciones, trabajos o seguridades, simboliza las cosas que muchas veces perdemos sin previo aviso. Sin embargo, el verdadero aprendizaje radica en comprender que aferrarse a lo que ya no está puede impedirnos avanzar hacia nuevas experiencias más enriquecedoras. Durante el diálogo posterior a la visualización del video, varios participantes coincidieron en que el miedo es el primer obstáculo frente al cambio. En la historia, los personajes Hem y Haw representan las dos posturas comunes, uno se resiste aferrado al pasado, mientras el otro, aunque con temor, se atreve a buscar nuevas rutas. Esta dualidad refleja la lucha interna que muchos vivimos cuando las circunstancias cambian. Soltar no significa rendirse, significa aceptar que la vida sigue su curso y que detenernos ante lo perdido solo prolonga el sufrimiento. El cambio, en realidad, es una invitación a movernos, a salir del “laberinto” de la costumbre y explorar lo desconocido con esperanza. Uno de los puntos más discutidos en el diálogo fue cómo la comodidad puede volverse una trampa. Cuando nos acostumbramos a un tipo de “queso” ya sea una rutina, una relación o un entorno laboral estable creemos que siempre estará ahí. Esa falsa seguridad nos hace olvidar que todo en la vida es dinámico. Tal como se mencionó en la conversación, muchos de los invitados resaltaron que “el cambio no avisa, pero sí enseña”. Es decir, cuando algo desaparece o se transforma, el dolor inicial puede convertirse en una valiosa lección de crecimiento. Aceptar el cambio implica dejar ir con gratitud lo vivido y tener la valentía de buscar lo nuevo, aunque no sepamos exactamente qué encontraremos. El mensaje del letrero también nos recuerda que soltar no es olvidar, sino comprender. Al igual que Haw en el video, quien escribe en las paredes frases como “Muévete con el queso y disfrutarás del cambio”, cada persona puede dejar un registro simbólico de su aprendizaje. En el diálogo, alguien mencionó que “las paredes del laberinto son como los recuerdos: no se destruyen, pero sirven de guía para no repetir los mismos errores”. Esta idea conecta con la noción de que cada cambio lleva inscrita una enseñanza. Si aprendemos a ver el cambio como una oportunidad y no como una pérdida, podemos descubrir caminos antes inimaginables. Además, el diálogo resaltó que el cambio no siempre se da en solitario. Muchas veces, como comunidad o grupo, enfrentamos transformaciones que afectan a todos. En esos casos, el proceso de soltar y descubrir nuevos caminos puede fortalecerse cuando se comparte. Escuchar las experiencias de otros ayuda a disminuir el miedo y a inspirar esperanza. Varios participantes comentaron que el video también es una metáfora de las dinámicas sociales y laborales actuales, donde las tecnologías, las nuevas generaciones y los contextos económicos nos obligan a adaptarnos constantemente. Soltar lo que ya no funciona, viejas formas de pensar o trabajar se vuelve una necesidad colectiva. La frase del letrero cobra así un sentido transformador: el cambio no es enemigo, sino guía. Invita a aceptar que la vida no se detiene y que la rigidez solo genera frustración. Cuando nos abrimos a lo nuevo, desarrollamos creatividad, resiliencia y una visión más flexible del futuro. El diálogo posterior al video evidenció que muchos reconocieron haber vivido momentos en los que resistirse al cambio solo les trajo ansiedad, mientras que aceptar la novedad, aunque con miedo, les permitió crecer y encontrar nuevas oportunidades. Finalmente, esta frase también nos enseña sobre el desapego emocional. Aprender a soltar no solo es útil en lo laboral o material, sino también en lo personal. Soltar personas, etapas o versiones antiguas de nosotros mismos es un acto de amor propio. Como se dijo durante el diálogo: “El cambio no solo nos invita a movernos, sino a reconocernos diferentes”. Descubrir nuevos caminos no significa olvidar lo andado, sino continuar el viaje con más sabiduría y menos carga. En conclusión, el letrero “El cambio te invita a soltar lo que ya no está y a descubrir nuevos caminos” sintetiza la esencia del video “¿Quién se ha llevado mi queso?” y el aprendizaje colectivo del diálogo posterior. Cambiar no siempre es fácil, pero es inevitable y necesario. Quien se atreve a soltar, a dejar atrás lo que ya cumplió su ciclo, abre la puerta a nuevas experiencias, aprendizajes y satisfacciones. El cambio, lejos de ser una pérdida, es una oportunidad para renovarnos y avanzar hacia una versión más consciente y libre de nosotros mismos.


ANEXOS:

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